miércoles, 2 de abril de 2008

El baile de Pedro. Llevó la

Carolina de Mónaco era una princesa veinteañera –le faltaba poco para los 30– cuando, en los ochenta, florecía en Madrid la “Movida” y Moncho Alpuente le dedicaba una canción –“Carolina querida”– en la que “soñaba” con visitar la corte monegasca para conocerla, aunque se considerase “demasiado cheli para hijo de la Kelly”. La “Movida” sí ha llegado a la corte que hoy regenta Alberto II, 25 años después y nada menos que en una de sus más emblemáticas celebraciones, el Baile de la Rosa. No estuvo presente Alpuente, pero sí Pedro Almodóvar y parte de su “troupe”, recibidos en el Salón de las Estrellas del Sporting Club de Mónaco, el pasado 29, por los Grimaldi.
La 54 edición del tradicional baile, organizado por la Sociedad de Baños, que recoge fondos –el precio del cubierto era de 750 euros– para la Fundación Princesa Grace, en beneficio de los niños más necesitados, rindió homenaje a la “Movida madrileña”.
La familia real del Principado, casi al completo: Carolina y su esposo, Ernesto de Hannover, sus hijos Carlota y Pierre y el príncipe Alberto y su novia, Charlene Wittstock –faltaron Estefanía y su sobrino Andrea–, recibieron, de etiqueta, al directo manchego, a Bibiana Fernández, a Alaska y a su marido, Mario Vaquerizo, a Luz Casal, Rossy de Palma y a la flamenca Carmen Linares. También estuvieron la coreógrafa Blanca Li y el polifacético Paco Clavel, entre otros, y una variopinta “corte” de travestidos.

Almodóvar, tras unas gafas de sol de Prada –a pesar de la noche, y como los grandes de Hollywood– y con traje de Yves Saint Laurent, posó con la glamourosa Carolina, vestida de Chanel con transparencias.
El director llegó del brazo de la impresionante Bibiana Fernández, de rojo Dior, y escoltado por Alaska –que abrió el baile con “Veo la vida pasar”– y por Mario Vaquerizo, que cantó con su grupo, Nancys Rubias. Antes, Almodóvar dio unos pasos de baile y dedicó palabras de agradecimiento a los Grimaldi. Mientras en el salón bailaban, Karl Lagerfeld fotografiaba a los invitados, entre ellos a Rossy de Palma, con colorido bolero de Diane Von Fürstenberg.

También empresarios
Luz Casal cantó “Piensa en mí” y Paco Clavel animó el cotarro. Fernando Fernández Tapias y su mujer, Nuria González, Shirley Bassey o Eugenie Niarchos, estaban entre los invitados.


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