Llegó, vio y venció. Carla Bruni ha ejercido a la perfección su papel de primera dama acompañando a su marido, Nicolás Sarkozy, durante la primera visita de Estado que el presidente francés ha realizado al Reino Unido. La ex modelo y cantautora se esforzó en preparar este viaje, cuidando al máximo incluso su vestuario, para dejar atrás de una vez por todas su pasado de mujer fatal.Sarkozy y su tercera esposa llegaron al aeropuerto londinense de Heathrow al pasado 26 de marzo para cumplir con su apretada agenda de dos días en tierras británicas. Más discreta que nunca, Carla eligió para la ocasión un abrigo gris de Dior a juego con un gorrito del mismo tono, conjuntados con cinturón, guantes y bolso negros, un estilo que recordaba al que popularizó Jacqueline Kennedy, una primera dama muy querida y admirada en su día.
Los recibieron el príncipe Carlos y su esposa, Camila, con los que Carla habló en un perfecto inglés, idioma que Sarkozy no domina como ella. Más tarde, tuvo lugar el momento más importante del viaje: el encuentro con Isabel II y Felipe de Edimburgo, con los que se desplazaron en carrozas hasta el Palacio de Windsor. “El año pasado estuve aquí tocando la guitarra y conocí a Nicolás. Ahora, he conocido a la Reina. Es como un sueño”, ha dicho Bruni.
La pareja se ha reunido, además, con el primer ministro británico, Gordon Brown, y su mujer para mejorar la relación franco-británica. El matrimonio Sarkozy fue homenajeado con dos cenas de gala en las que Carla fue la verdadera estrella.
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