Si todo estuviera en silencio, el susurro de los géneros más exquisitos sobre la alfombra roja bastaría para comenzar a soñar. Moda, romance y ese increíble savoir faire del show business, son la marca de la noche de los Oscar, tal vez con más intensidad incluso que en las películas. Sin embargo, son ellas las que inician el movimiento para que una vez al año el teatro Kodak de Los Angeles sea el escenario de la entrega de los más importantes premios de Hollywood. Y allí, el domingo 24 de febrero, celebrando los 80 años de la ceremonia, se dieron cita el glamour de bellas actrices, luciendo espléndidos vestidos y joyas invaluables, los hombres más deseados que, además de filmes, muchos de ellos protagonizan historias de amor de cuento de hadas.
Así, más linda que nunca, Nicole Kidman llegó abrazada a Keith Urban, con un vestido negro de Balenciaga y un collar de 7.645 diamantes de un total de 1.400 quilates, diseñado por L’Wren Scott, luciendo feliz su embarazo. Johnny Depp, de la mano de su bella esposa, la cantante francesa Vanessa Paradis, no defraudó a sus admiradoras. George Clooney, el gran seductor, sorprendió al público femenino apareciendo con su novia, Sarah Larson, mientras que el ganador del Oscar al Mejor Actor protagónico por su trabajo en “Petróleo Sangriento”, Daniel Day Lewis, llegó con su esposa, Rebecca Miller.
Rojo y negro, seguidos de tonos plata y morados fueron los colores protagónicos que las actrices eligieron para esa noche tan especial. La francesa Marion Cotillard, quien ganó el Oscar a la Mejor Actriz en papel protagónico por su caracterización de Edith Piaf en “La vida en rosa”, resultó una de las más elegantes para los especialistas en moda con un vestido en plata y marfil cuya tela semejaba las escamas de un pez, diseñado por Jean-Paul Gaultier, junto a Heidi Klume, de deslumbrante rojo, en su diseño de John Galliano. Además de Nicole Kidman, lucieron sus embarazos Cate Blanchett, con un vestido de Dries van Noten con adornos florales en la falda, y Jessica Alba, quien eligió un diseño de Marchesa en tono morado. Las tres optaron por el corte imperio y demostraron que el embarazo no es un obstáculo para la elegancia. El incesante desfile definió tendencias y un chart de las mejor vestidas que sólo perderá vigencia en la próxima entrega.
El aniversario número 80 de los Oscar fue celebrado con momentos entregados al recuerdo en los que se realizó un racconto de todas las películas que recibieron el premio a través de los años, además de mostrar instancias especiales de entregas anteriores. Ni las estrellas más rutilantes de la noche pudieron evitar sentir la nostalgia y la melancolía, mientras Hollywood recordaba lo mejor de su historia. A la lista de los 79 filmes premiados, se agregó al final de la ceremonia, “Sin lugar para los débiles”, de los hermanos Ethan y Joel Coen, que, además, obtuvo los Oscar al Mejor Director, Mejor guión adaptado y Mejor Actor secundario, que le correspondió a Javier Bardem. Feliz y muy emocionado, el actor español agradeció y, dirigiéndose a su madre, la actriz Pilar Bardem, que lo acompañó, le dijo en castellano: “Mamá, esto es para ti”. También dedicó el premio a su país y a “los cómicos de España que han traído el orgullo al oficio”. Completando el cuarteto de actrices y actores ganadores de este año -que sorpresivamente son todos extranjeros-, el premio a la Mejor Actriz de reparto le correspondió a la inglesa Tilda Swinton por su trabajo en “Michael Clayton”.
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