jueves, 13 de marzo de 2008

Paloma Rocasolano


Telma Ortiz está viviendo la recta final de su embarazo y planeando todo para el nacimiento de su primera hija. La hermana de la Princesa de Asturias ha querido que su madre, Paloma Rocasolano, conozca a los padres de su novio, Enrique Martín, antes de dar a luz. Por ello, la joven y su pareja organizaron una reunión familiar en la casa de sus “suegros” en un pueblo de Toledo.

Paloma Rocasolano, vestida de manera informal, con pantalón vaquero y camisa, se trasladó en su coche desde Madrid a Toledo para asistir a la cita familiar. Pero, ante la dificultad de encontrar el domicilio, la madre de Telma recurrió a su futuro yerno para que acudiera a su encuentro con otro vehículo en un lugar próximo a Toledo capital y fuera guiándola. Nada más llegar a la casa de los padres de Enrique, Paloma entró con una gran bolsa en la que, seguramente, llevaba algún regalo o detallito para todos.

Los padres de Enrique no salieron de la casa
A media tarde, Paloma y su hija mediana salieron de la casa, acompañadas de Enrique, a quien familiarmente se conoce como “Triki”. En cambio, los padres del joven, Ramón y Milagros, prefirieron estar en todo momento en el interior de su domicilio. Tanto el padre, ex director de una de las sucursales de la entidad bancaria de la Caja de Castilla-La Mancha, como la madre quieren vivir esta situación con total discreción y sin perder su anonimato en ningún momento.
Enrique Martín salió a despedirlas, ya que Telma ­–que lleva, al igual que su novio, una alianza de oro en la mano izquierda– se marchaba con su madre a Madrid, donde quiere vivir estas últimas semanas de gestación.

Su intención es dar a luz en un hospital público de la capital por deseo suyo y de su pareja. Además, aunque el parto esta previsto para la primavera, es posible que la llegada de la niña se adelante, al igual que le sucedió a su hermana Letizia con sus hijas, Leonor y Sofía.

Telma Ortiz, que ha estado unas dos semanas viviendo con su novio en un piso de tres dormitorios en el casco antiguo de Toledo, se ha instalado ahora en una buhardilla en el centro de la capital. Su nuevo domicilio es una pequeña casa que pertenece a su familia y que fue rehabilitada hace dos años.

La joven parece cansada. Tal vez le afecta ya la proximidad del parto, muy evidente, sobre todo, porque en estos meses, la joven se ha dejado ver poco.

De hecho, ha intentado ocultar su estado el máximo tiempo posible e incluso se ha refugiado algún tiempo en Asturias en la casa de su abuela paterna sin salir apenas a la calle. Tampoco ha hecho públicos sus planes de futuro. Parece que ella y su novio podrían haber decidido quedarse en España con su hija. Enrique, por su parte, parece que retomaría su carrera como abogado y abriría un bufete.


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