Un año más, la estación austríaca de Zürs ha sido el punto de encuentro de la familia real de Mónaco. La pasada semana, los príncipes de Hannover se desplazaron hasta la estación alpina para disfrutar de sus vacaciones invernales y del esquí, uno de los deportes favoritos de Carolina.El matrimonio, que reparte su tiempo entre las nevadas pistas y la terraza del club de montaña, estuvo acompañado por su hija Alejandra, de ocho años, quien compartió risas y juegos con sus hermanos Carlota y Pierre. Carlota, de 21 años, fue con su novio, Álex Dellal, con quien sale desde el pasado mes de mayo.
Alberto de Mónaco y su novia, Charlene Wittstock, también viajaron hasta Austria para compartir un pequeño descanso con su familia. La pareja llegó a la casa que ocupan los príncipes de Hannover en coche. En el Principado de Mónaco, cada vez suenan con más fuerza las voces que aseguran que el anuncio del compromiso matrimonial entre Alberto y Charlene está cada día más cerca. Se habla del próximo 14, día en que Alberto cumple 50 años.
Al parecer, la nadadora está siendo instruida por el capellán de palacio en la fe católica y ha nombrado a Dawn East, una antigua compañera de competición, su portavoz ante la prensa y la opinión pública.
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