Internadas para curas de desintoxicación, encarceladas, acosadas por los paparazzi... las jóvenes estrellas del cine, la canción y el jet-set anglosajón como Paris Hilton, Nicole Ritchie, Lindsay Lohan o Britney Spears vivieron un año especialmente agitado.
Paris Hilton, la mediática heredera del imperio hotelero fundado por su bisabuelo, pasó 23 días en prisión en junio en Los Angeles por haber conducido sin permiso, en medio de un conflicto entre el sherif que la quería liberar y el procurador, resuelto a marcar el ejemplo con la disoluta joven de 26 años.
Su compañera en un "reality show", Nicole Ritchie, fue por su parte condenada a cuatro días de prisión y tres años de libertad condicional por conducir bajo el efecto de estupefacientes. La hija adoptiva del cantante Lionel Richie, que espera su primer hijo, pasó solo una hora tras las rejas.
También procesada por conducir ebria luego de dos arrestos en pocas semanas, la actriz Lindsay Lohan, de 21 años, purgó solo 84 minutos en prisión de las 24 horas a las que había sido condenada.
Pero su adicción y problemas judiciales podrían haber asestado un golpe fatal a la carrera de la joven -con fama de carácter difícil y que pasó dos meses en una clínica de desintoxicación en Utah (oeste) este año- y cuando sus últimas películas fracasaron en la taquilla.
Un problema similar podría sufrir la cantante británica Amy Winehouse, de 24 años, irónicamente conocida por su último disco Rehaz (desintoxicación) y que pese a seis nominaciones a los Grammy Awards 2008 ha acumulado conciertos desastrosos y anulaciones de giras, bajo la sospecha de abuso de drogas.
Pero es tal vez la caída interminable de Britney Spears la que se mantendrá como el hecho más destacable de 2007 en el terreno "gente", tras ser la comidilla de decenas de programas de televisión o sitios de internet sobre las celebridades.
En febrero la cantante -en proceso de divorcio de Kevin Federline, padre de sus dos pequeños hijos- se rasuró el cráneo, visiblemente sumida en una depresión nerviosa.
Una cura de desintoxicación más tarde, la estrella fue duramente criticada en su regreso a los escenarios, en una actuación en la entrega de premios MTV Video Music en Las Vegas, con varios expertos vaticinando el "fin de la carrera" de la controvertida cantante.
Y aunque su último disco fue bien recibido por la crítica, la ex lolita de 26 años sufrió un duro golpe con la pérdida de la custodia de sus hijos, resuelta por un juez debido a su errático comportamiento.
No obstante, el relevo de estas estrellas caídas en desgracia parece asegurado. La actriz de la serie Héroes Hayden Panettiere, de apenas 18 años, ya es seguida a sol y sombra por los paparazzi.
Otra "esperanza" del show-business es Miley Cyrus, estrella de Hannah Montana, que provoca la histeria de las pequeñas. La cantante y actriz, lanzada por Disney igual que Spears y Lohan, acaba de soplar sus 15 velitas.
Por último, la industria del espectáculo también estuvo marcada por la muerte de Anna Nicole Smith (1967-2007): fue en un hotel de Florida (sudeste) donde la voluptuosa ex conejita de "Playboy" apareció sin vida en febrero debido a una sobredosis de medicamentos. Fue pocos meses después del fallecimiento de su hijo de 20 años en circunstancias similares.
Durante semanas los allegados a Smith se disputaron sus restos y luego la paternidad de su beba, entonces de seis meses, que la justicia podría convertir en heredera de un millonario texano casado con la bomba sexual poco antes de su propia muerte.
Al morir, Smith aún estaba peleando en los tribunales la mitad de la fortuna de 1.700 millones de dólares que dejó el anciano, y llevaba una vida tensa, con demandas por la paternidad de su hija y por unas pastillas para reducir de peso que promocionaba y que clientes dijeron era un engaño.
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